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Es el momento de descubrir «La nueva fotografía de boda»
Hace algunos años, dos personas con vidas muy diferentes, decidieron formar un proyecto, una vida y convertirse en fotógrafos de boda.
Hoy, tras ver realizado el sueño de ser una de las empresas  mejor valorados en Sevilla (según Bodas.net), quieren compartir esa ilusión con el resto de parejas que quieren formar, también, una vida en común.
La pasión por la fotografía es la mejor manera que tienen de compartir su amor con el resto del mundo. Ver a las parejas enamoradas el día de su boda es lo que hace que este equipo  ponga todo su amor y su pasión por lo que hacen, para que el resultado sea simplemente espectacular e inolvidable.
Cada miembro del equipo es importante. Y cada día tratan con parejas que quieren que su álbum de boda sea distinto, diferente y especial. Eso sólo se consigue con la entrega y dedicación que le ponen desde el momento en que  mantienen la primera reunión con la pareja.
Meses de espera, de preparativos e incertidumbre. Sentimientos e ilusiones que se experimentan para que ese día salga todo perfecto.
Este equipo está tan ilusionado como la pareja en el día de su boda, que viven, sienten y se emocionan como ellos con el “Sí quiero”.
Porque lo viven en cada boda que hacen.
Su mayor satisfacción es ver el brillo en los ojos de la pareja al ver el resultado final. Ver su álbum terminado y que ese álbum refleje cada momento vivido como si fuera ayer.
Cuando, al cabo del tiempo, una pareja tiene ganas de enseñar su álbum de bodas o sus fotografías en digital, cuando recuerda con nitidez lo que sentía al mirar con detenimiento las fotos y no olvida lo que vivió, ese es el momento en que ellos se sienten satisfechos con un trabajo bien hecho. Con un trabajo de calidad y hecho con sentimiento. Porque en cada álbum hay un trocito de ellos mismos que dice: “Gracias por habernos hecho formar parte de vuestras vidas”.
La dedicación, en una profesión como esta, es importante. Pero más importante es el amor con que se hace.
Porque su experiencia es su vida.

Mónica y Francisco